
Una tarde, una escena ante ese imperioso edifico, una llamada, un paseo Comte d’Urgell hacia abajo y una conversación. Esa fue la imagen del 10 de abril y del año por todo lo que significó para lo bueno y lo malo. Pagué la inocentada del estreno, las ansias del debutante y la locura de la edad pero me ha servido esta bofetada para conocer más y mejor a este mundo profesional que no tiene amigos. Aquí todo se resume en quien apuñala primero y que gravedad hace cuando da la cuchillada. Seguir leyendo La ‘boira’ de la vida