
Había ciertos lugares, hogares, redacciones con el cava frío desde que el miércoles estallase la bomba en el seno del Bayern. El Barça legendario y eterno del pasado reciente estaba demostrado que lo entrenaba cualquiera. No hacía falta saber mucho de fútbol para que ese equipo funcionase. Por lo visto, lo de Guardiola fue flor de un día. El Oporto y Lopetegui le había vuelto a demostrar su ineficacia como entrenador y que ganó tanto en el Barça gracias a los jugadores que entrenaba y no a su capacidad futbolística. La situación se agravó cuando el jueves dimitió el mítico y prestigioso médico del Bayern Müller-Wohlfahrt. El aplauso de Guardiola en el banquillo del Bayer Arena fue la gota que colmaba el vaso para desatar la bilis, heces y conmemorar con hechos y fundamentos que en Europa había nuevo dictador, Pep Guardiola. Seguir leyendo El regalo del Bayern al fútbol